Te encuentras en la cumbre de la colina con tu patinete. Ahora solo hay que llegar hasta abajo, sano y salvo. Elige rápido la dirección que quieras, ya que en un plis-plas el monte se viene abajo. Y no solo eso, sino también los pinchos de hierro y el fuego pueden ruinar tu viaje. ¡Ánimo!